Mensajes de Jesús
¿Existe el Infierno?, ¿Qué dijo Jesús?
Aquellos que argumentan que el infierno no existe, lo hacen basados en su creencia de que Jesús enseñó amor, paz y perdón y que no enseñó acerca de un lugar eterno de ardiente castigo para los no creyentes. Sin embargo, la verdad es exactamente lo opuesto.
Jesús enseñó acerca del infierno como nadie lo hizo en la Palabra de Dios.
Jesús describió al infierno como un fuego que nunca se apagará (Mateo 3:12)
Su aventador está en su mano, y limpiará su era; y recogerá su trigo en el granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará.
Un lugar de fuego eterno (Mateo 25:41)
Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.
Castigo eterno (Mateo 25:46)
E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.
Y como un lugar de tormento, fuego y sufrimiento (Lucas 16:23:24)
Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno.
Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama.
Jesús enseñó específicamente acerca del infierno, muchas veces en su ministerio (Mateo 5:22)
Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego.29-30; Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.
Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.10:28; Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.18:9; Y si tu ojo te es ocasión de caer, sácalo y échalo de ti; mejor te es entrar con un solo ojo en la vida, que teniendo dos ojos ser echado en el infierno de fuego.23:15, ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque recorréis mar y tierra para hacer un prosélito, y una vez hecho, le hacéis dos veces más hijo del infierno que vosotros. 23-33¡Serpientes, generación de víboras! ¿Cómo escaparéis de la condenación del infierno?;
Marcos (9:43-47)
Si tu mano te fuere ocasión de caer, córtala; mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado,
donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.
Y si tu pie te fuere ocasión de caer, córtalo; mejor te es entrar a la vida cojo, que teniendo dos pies ser echado en el infierno, al fuego que no puede ser apagado,
donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.
Y si tu ojo te fuere ocasión de caer, sácalo; mejor te es entrar en el reino de Dios con un ojo, que teniendo dos ojos ser echado al infierno,;
Lucas (12:4-5)
Mas os digo, amigos míos: No temáis a los que matan el cuerpo, y después nada más pueden hacer.
Pero os enseñaré a quién debéis temer: Temed a aquel que después de haber quitado la vida, tiene poder de echar en el infierno; sí, os digo, a éste temed. ; 16:23-26) Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno.
Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama.
Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado.
Además de todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá.
Sí, Dios nos ama (Juan 3:16)
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Y quiere que todos sean salvos (2 Pedro 3.9)
No devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición.
Sin embargo, Dios es también justo y recto; él no deja al pecado sin castigo. Por eso, Dios envió a Jesús para que pague el precio por nuestros pecados. La muerte de Jesucristo fue una muerte infinita, para pagar nuestra deuda infinita de pecado, para que no tengamos que pagarlo en el infierno por la eternidad (2 Corintios 5:21)
Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en Él.
Todo lo que tenemos que hacer es colocar nuestra fe en Él y seremos perdonados y se nos promete un hogar eterno en el cielo. Dios nos amó tanto que nos otorgó la salvación. Si rechazamos su regalo de vida eterna a través del Señor Jesucristo, nos enfrentaremos a las consecuencias eternas de esa decisión: una eternidad en el ardiente infierno.